Una mirada hacia atrás en lo que ha sido
mi vida, veo lo que ha ocurrido para llegar a este punto, ha sido una vida de
transformación, difícil de creer donde me encuentro hoy. Cuando era niña tenía
la idea de un mundo hermoso, fantástico, lleno de amor y aventura, sin
sufrimiento, ni prejuicios, en aceptación constante; desde mi inocencia sabía
en mi corazón que lo único real era el amor a Jesús, las enseñanzas de Jesús y
Santa Teresa de Jesús resonaron en mi, y fueron el cimiento de una vida
espiritual como cotidianidad. Toda mi infancia hasta la adolescencia, conforme
crecía, estos ideales se fueron confundiendo, la transparencia que
experimentaba anteriormente, no resultaba ser tan clara, poco a poco mis sueños
se fueron desvaneciendo, me sentí fuera de lugar, traté de adaptarme con el mundo
social, fui rebelde, soy rebelde, no me callo, es difícil hacerlo, me enojé,
renegué del sistema y sigo renegando, viví enojada, frustrada… y comencé a no
escuchar mis ideales de amor, a verlos como fantasías infantiles e
inalcanzables, luché, me llené de euforia por la vida, me enamoré de la persona
equivocada y también fui la persona equivocada, perdí, sufrí, conocí de cerca
la muerte y su dolor, me volví a enamorar, soy madre, dos veces madre, eh
experimentado éxitos, y desilusiones, sueños cumplidos y trágicamente rotos, hasta
que ya no entendí nada, me perdí, me obscurecí. Me rendí… sentí
miedo, me aislé, me alejé de todo, de algunos muy queridos, después de un
tiempo, un día, en un viaje mágico, recuperé mi corazón, nuevamente, comenzó a
hablarme como cuando era pequeña, esa voz interna comenzó a guiarme otra vez,
superando mis miedos, decepciones e inseguridades, hasta que nuevamente viví el
gozo, nuevamente, el deseo de vivir en el asombro mágico, lleno de belleza,
esperanza y plenitud, a través de mi propia evolución mi corazón se convirtió
en una sanación para mi, un corazón cálido, entregado, amoroso, hoy reconozco
que cuando sano, cuando me pongo al servicio de otros, entro en paz y plenitud,
al mismo tiempo me sano a mi misma.
Mi voz interior me dice: Si quieres amor
recibe el amor, da amor, a veces escucho: para…!, quédate ahí…!, si quieres ser
nutrido, sé nutrición, todos tenemos una abundancia, está ahí, adentro, si
quieres transparencia, sé transparente. lleva esas acciones de tu mundo hacia
afuera. Expande la conciencia, hay un lugar dentro de ti que ha estado muy sólo
por mucho tiempo y es mucho más poderoso que todas nuestras dudas, hay que ir
hacia adentro, a vivir la relación con nosotros mismos. Esa voz constantemente
me habla…
Es un regalo hoy poder compartir el
resultado del compromiso con lo que ha sido mi propia sanación, un constante
trabajo, con subidas, bajadas, los momentos donde me siento pequeña, los momentos
donde he podido tocar mi poder interior, desde una forma más lúdica, poderla
compartir, simplemente cambiando mi perspectiva hacia una posición más liviana
ante la vida. Hoy he logrado alcanzar un estado diferente de conciencia, esta
conciencia más amorosa, un estado de paz, serenidad, de gozo, tratando de no
perder la reflexión constante de mis actos, las situaciones en las que provoco
sufrimiento, en las que he perdido la claridad, en las que nuevamente mis
temores me toman por completo sin darme cuenta, con el intento constante de
volver a pararme en el amor, y rendirme a lo que estoy creando, recapitularme
nuevamente y continuar en el sostenimiento constante de mi claridad, decido
decidiendo evolucionar diario, ser la mejor versión de mi cada día, intento y
sanación, sanando me sano, entre más comparto, más recibo, agradezco hoy tu confianza, el permitirme entrar en tu vida, me
entreno en el presente todo el tiempo, eligiendo la conciencia, anclándome en
ella, sosteniéndome día a día en ella, nuevamente gracias!! Cualquiera que
inicie el viaje del conocimiento de sí mismo, hacia su iluminación es el
guerrero interior, muy valiente y profundamente admirable, para mi tú eres profundamente
admirable.
Y te agradezco el permitirme entrar en tu
vida, GRACIAS!!!