El aire roza, me conforta por un pequeño momento, un lapso en el que todo está bien, una respiración profunda en quietud.
Esta noche es imposible dormir, el reflejo en el vidrio, sólo mi reflejo...
La mirada al mar de edificios, todo eso frente a mi, iluminados, eso queda, eso quedó hoy, después de múltiples tormentas y descuidadas decisiones.
La noche silenciosa, citadina... el hueco, “ese hueco” que algunos conocemos.
Esos ojos que invitaban, que permitían hundirte en ellos, esos ojos...
Ese toque delicado, esas manos, sí, esas...
Hoy sólo la noche lo comprende...
Luda
