viernes, julio 03, 2015

El mundo del pensar; ¿un aliado o un adversario?

Ludmila Osa L

La lucha más dura de sostener no es aquella que se combate con un adversario, sino contra sí mismo.
(s/f)

Mi primera carrera fue como Comunicóloga, como tal tengo el vicio de ver mi vida y mis pensamientos como escenas de películas que se continúan una a la otra, claro!! El personaje principal siempre soy yo y la posibilidad que tengo de poder observar la vida que me rodea desde mi visión, desde mi percepción, desde el personaje que me he creado; los argumentos generalmente van en función de mi protagonismo, de mi necesidad de ser el centro, desde mi caprichosa forma de acomodar el mundo y, la vida dentro de él, cuanto más fuerza tiene mi personaje, más se cierran mis posibilidades y más pequeño se me hace el mundo, al punto de llegar a ser una serie repetitiva de los mismo argumentos, los mismos dramas, poco a poco me voy orillando al aislamiento, ese aislamiento que me permite paliar mi contacto con dramas emocionales, logrando un simulacro de contacto con el mundo,

A veces mi ensimismamiento hace posible la conexión positiva con los demás, a veces logro no verme, adormecerme y juego al trabajo, a ser la mamá, al conglomerado de personajes que me completan, de repente el responder frente a una emergencia, me hace tocar mi espontaneidad, actuar de manera espontánea, estar presente, salir de mi mente, esto dura muy poco, nuevamente alguno de mis personaje sale a escena y vuelve a ocupar la atención, ¡que bien lo hice!, ¡Soy tan inteligente!, ¿ qué se me paso?, ¿por qué no le contesté?; la creatividad y la espontaneidad quedaron en manos de intereses mezquinos, en las manos de esas voces en mi cabeza, que constantemente son tan ruidosas…, escuchando estas voces busco relacionarme con personas que piensas y actúan como yo, que me aceptan como soy, que comparten mis opiniones, esto nutre y al mismo tiempo, si se me hace una costumbre, me olvido de la novedad, confirmándome constantemente, al punto de comenzar a sentir miedo, inseguridad, entro en una zona de confort, queriendo que nada se mueva, que nada cambie.

¿Cómo poder salir de esta comodidad?, ¿cómo volver a experimentar con gozo el riesgo de la novedad?, ¿Cómo vivir la vida, que incluye ese riesgo? Cuando un pensamiento aparece, dejarlo pasar, reconocer que pronto vendrá otro, observar la impermanencia de mis pensamientos, darme cuenta que si les doy cuerda aparece uno tras otro y así sucesivamente, …para…!!!, me digo todo el tiempo, respira…, me ayuda a tocar el cuerpo, a conectar con las sensaciones y así poder reconocer que siento. Al reconocerlo, cambia mi visión, me da espacio, puedo elegir qué quiero en ese momento y actuar.


Somos impermanentes, siempre cambiamos, cambiamos momento a momento y eso es parte de la naturaleza, el objetivo, re-descubrir paso a paso nuestra autenticidad, lo que me hace ser único.

No hay comentarios:

Publicar un comentario