Ludmila Osa L
“Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado,
pues siempre habrá personas más grandes
y más pequeñas que tú”
Fragmento del poema Desiderata
Si te comparas con los otros comenzarás a sentir una dificultad
innecesaria, comenzarás a sentir una ansiedad profunda, causada por una
exigencia en ti de alcanzar lo que está siendo el tema de tu comparación, una exigencia de llegar al punto donde han llegado los demás, los demás…, esos
otros que no son tú, que no han vivido tu misma historia, que no hablan como tu
hablas, que no reconocen al Ser que eres detrás de esas palabras que dices y
que te dices.
No es necesario que te compares con los
demás, con lo que sienten o viven los demás, con lo que les está sucediendo a
los otros, mira lo que te está sucediendo a ti. ¿es saludable?, ¿es nutritivo?,
sin ninguna comparación, simplemente observa lo que te está sucediendo a ti, de
lo contrario comenzarás a sentir que algo está mal, que no estás en el camino
correcto, cada camino tiene su propio lenguaje, cada puerta abre una posibilidad
única, el mundo está lleno de puertas que nos abren posibilidades particulares.
Di sí, a ese camino que es para ti, di sí a todo lo que es, no renuncies, no
elimines, no niegues lo tuyo, compararte con los demás, te llevará a
convertirte en una mala copia de los otros. Aprende a gozarte, a experimentar,
a sorprenderte del compartir con otros, compartir tus diferencias, lo que nos enriquece juntos, lo que creamos juntos, aprende a cantar, a bailar, al silencio, a
celebrar; cada camino tiene su belleza, un hermoso jardín está lleno de
pájaros, árboles, flores, es hermoso por eso; un desierto, está lleno de dunas,
de arena, de silencio, de contemplación, de atardeceres profundos. La belleza
no se encuentra sólo en un color y sólo en un tamaño, la podemos encontrar en
muchas formas, tamaños y colores, la diversidad nos enriquece, nos permite
vernos diferentes y reconocernos en esa diferencia que creamos juntos, en esas
posibilidades compartidas.
No trates para nada de ser algo que no
eres, simplemente sé lo que tú eres, cualquier cosa que seas, está bien, por
que te lleva a encontrarte a ti mismo y a nadie más; tampoco condenes a los
otros, ni te preguntes ¿qué están haciendo o para qué lo hacen?, al hacer esto
o bien comparamos o sentimos que los otros se lo están perdiendo o si no lo
entendemos, comenzamos a ser agresivos, a tratar de destruir la vida de los
demás o condenarlos, esto no nos ayuda en nada, esto es innecesario. Permite la individualidad, acepta la diferencia, cada uno se manifiesta a su propio
modo, de su propia forma, sólo observa dentro de ti, si te sientes bien, si
sientes que surge en ti un bienestar, entonces estás en el camino correcto,
estás caminando por tu camino, ese camino único que es el tuyo.
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