Ludmila Osa L
Libertad,
Felicidad y Disciplina, estos preceptos tan mencionados hoy en día. Los vemos y
los leemos por todo lados, a veces podríamos pensar que se contraponen, que,
¿En la búsqueda de la felicidad se necesita que la libertad se sacrifique?. o
¿Libertad y disciplina se contradicen o complementan la una a la otra?.
Son conceptos que
separados anhelamos en la vida cotidiana. Muchas veces se quedan como ideales,
difíciles de entender, mucho más difícil de experimentar, si a esto le
incluimos ¿Responsabilidad?, el asunto se complica todavía más..., en mi
experiencia he reconocido que van muy de la mano, en este momento he logrando
entender que haciéndolos parte de una postura, los logro alcanzar, me enfoco en
uno, que se recarga o se apoya en otro, a su vez éste, es parte de un tercero y
sucesivamente se van complementando, sin pasar por alto que constantemente voy
eligiendo, si le sigo por donde voy o es momento de dar la vuelta, re-acomodar
y continuar.
Dice el budismo:
“No se comprende primero y luego actúas. Cuando comprendemos, esa compresión
absoluta es la acción”,
En occidente
solemos hacer las cosas al revés, ¡no importa!, el punto es que hemos
experimentado mucho, podemos usar esas experiencias como punto de partida,
hacer una pequeña recapitulación tratando de entender lo que ya vivimos,
trayendo al presente, aquí y ahora, de que me doy cuenta, ¿qué he logrado
comprender?, ¿qué comprendo hoy?. Si confiamos en estas palabras budistas y nos
ponemos en manos de la creencia: “…que la comprensión me lleva a la acción…”.
¿Qué comprendo hoy que me ha llevado a actuar de forma diferente?, ¿qué ha ido
transformando mi forma de actuar y responder a lo cotidiano?
En algunas
situaciones, si no es que en la mayoría hemos sacrificado alguna; a veces la
más importante para nosotros, con este ejercicio de recapitulación, ¿qué podrías hacer para dejar de sacrificar
lo importante…?, para mi entender pueden cohabitar juntas, se apoyan y se
complementan.
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